Las tartas de queso son un postre icónico con múltiples versiones en todo el mundo. Desde la clásica tarta de queso horneada hasta opciones más innovadoras, cada una tiene su encanto. En esta comparativa, analizamos las variedades más populares para ayudarte a elegir tu favorita.
Causas principales
Batido excesivo
Incorporar demasiado aire a la mezcla provoca que el cheesecake suba en el horno y luego se hunda, creando grietas. Para evitarlo, mezcla los ingredientes a baja velocidad y solo hasta que estén integrados.
Temperatura inadecuada
Hornear a una temperatura muy alta o con cambios bruscos puede hacer que la tarta se expanda y se contraiga rápidamente. Lo ideal es hornear a 160°C y enfriar gradualmente dentro del horno apagado.
Falta de baño maría
El baño maría ayuda a distribuir el calor de manera uniforme y mantiene la humedad en el horno. Si no lo usas, el cheesecake puede secarse y agrietarse. Envuelve el molde en papel de aluminio y colócalo en una bandeja con agua caliente.
Tiempo de horneado incorrecto
Un horneado excesivo elimina demasiada humedad y endurece la textura. Retira la tarta cuando los bordes estén firmes, pero el centro aún tiemble ligeramente.
Cómo evitar grietas en la tarta de queso
Usa ingredientes a temperatura ambiente para una mezcla uniforme.
No batas en exceso la mezcla.
Hornea a baja temperatura y con baño maría.
Enfría la tarta dentro del horno apagado con la puerta entreabierta.
Refrigera al menos 4 horas antes de desmoldar.
Conclusión
Evitar grietas en la tarta de queso es fácil si sigues estos consejos. Si buscas un cheesecake siempre perfecto, descubre nuestras tartas de queso artesanales en La Fundente.