El cheesecake vasco, también conocido como “tarta de queso quemada”, ha pasado de ser un secreto bien guardado en San Sebastián a convertirse en uno de los postres más deseados de Barcelona. Con su textura cremosa y su superficie caramelizada, esta versión rústica y deliciosa del clásico cheesecake ha enamorado a miles de paladares. Pero, ¿qué la hace tan especial y por qué todos hablan de ella?
Esta tarta nació en el restaurante La Viña, en San Sebastián. A diferencia de la clásica cheesecake neoyorquina, la versión vasca se caracteriza por:
Su aspecto irregular y su sabor profundo han transformado lo que antes se consideraba “imperfección” en su mayor virtud.
Barcelona es una ciudad que aprecia lo auténtico, lo bien hecho y lo que rompe con lo convencional. El cheesecake vasco encaja perfectamente en esta filosofía culinaria:
Además, su formato sin base ni decoraciones recargadas responde a una tendencia de volver a lo esencial.
En La Fundente, el cheesecake vasco es uno de nuestros productos estrella. Nuestra versión sigue los principios del original: horneado a alta temperatura, sin base, sin atajos, y con una textura que se deshace en boca. Siempre elaborada con queso crema de alta calidad, huevos frescos y nata con el porcentaje graso ideal.
Ideal para quienes quieren una tarta de queso diferente, potente, con carácter.
El cheesecake vasco no es una moda pasajera: es un homenaje al sabor auténtico y a la buena repostería. En Barcelona, donde lo artesanal gana cada vez más terreno, esta tarta se ha convertido en un imprescindible. ¿Aún no la has probado?
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