El chocolate blanco es ese capricho suave, dulce y elegante que nunca falla. Su perfil sedoso y cremoso lo convierte en el ingrediente ideal para un postre como este. En La Fundente lo hemos convertido en protagonista de un mini cheesecake que conquista desde la primera cucharada: pequeño en tamaño, pero enorme en sabor y presencia.
Para equilibrar la dulzura del chocolate blanco, utilizamos una base de galleta neutra ligeramente tostada. Ese toque crujiente y rústico permite que cada bocado se convierta en una combinación perfecta de textura y sabor.
El relleno, suave y esponjoso, está enriquecido con chocolate blanco de calidad, fundido lentamente con el queso crema. Esta mezcla proporciona una cremosidad excepcional y un sabor que se derrite en la boca, sin resultar empalagoso.
Por encima, pequeñas virutas de chocolate blanco y chips de cacao coronan el postre, añadiendo un toque visual atractivo y textura extra. Cada mini cheesecake parece una pequeña joya pastelera, ideal para presentar en bandejas dulces, eventos o celebraciones.
El mini cheesecake de chocolate blanco de La Fundente es la combinación ideal de textura cremosa y dulzor refinado. Un postre que conquista por su sencillez, su elegancia y su sabor inolvidable.
