El cheesecake es uno de los postres más apreciados en Barcelona, y con razón: su textura cremosa, su sabor equilibrado y su versatilidad lo convierten en una delicia universal. Pero hay una gran pregunta que divide a los amantes de la tarta de queso: ¿es mejor horneado o sin horno? En este artículo, exploramos las diferencias entre ambas versiones y por qué en La Fundente apostamos firmemente por el horneado artesanal.
La versión sin horno es popular por su facilidad y rapidez de preparación. Se cuaja en frío con ayuda de gelatina o estabilizantes, y suele combinarse con sabores frutales o toques cítricos.
Ventajas:
Limitaciones:
La versión horneada, en cambio, se basa en una cocción lenta que transforma los ingredientes y ofrece una textura densa, sedosa y estable. Requiere más técnica y tiempo, pero el resultado es incomparable.
Ventajas:
Limitaciones:
En los últimos años, los foodies y amantes del buen comer en Barcelona se han decantado cada vez más por la tarta de queso horneada. La explosión de popularidad del cheesecake vasco y otras versiones horneadas lo confirma: el público busca postres con cuerpo, sabor auténtico y una experiencia más intensa.
La textura cremosa, el punto justo de dulzor y la superficie ligeramente caramelizada hacen del cheesecake horneado una opción insuperable.
En La Fundente, solo elaboramos cheesecakes horneados, y no es por casualidad. Apostamos por:
Cada tarta está pensada para ofrecer una experiencia real y memorable.
Ambas versiones tienen su lugar, pero si buscas un cheesecake en Barcelona con auténtico sabor, textura y técnica, el horneado artesanal es la respuesta. En La Fundente, cada bocado es una prueba de que lo bien hecho no necesita adornos.
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