Cheesecake de Nesquik de fresa: un viaje rosa a la infancia

Introducción

¿Te acuerdas de esos desayunos con leche rosa y cucharadas de Nesquik de fresa? En La Fundente, hemos decidido transformar ese sabor tan reconocible en una experiencia gourmet con nuestro cheesecake de Nesquik de fresa. Un postre que combina lo mejor de la repostería creativa con la nostalgia de sabores que marcaron una época.

Una base dulce y crujiente

Todo comienza con una base de galletas tipo María o de fresa, trituradas y mezcladas con mantequilla derretida. Esta base aporta una textura crujiente y un sutil sabor vainillado que combina perfectamente con el relleno afrutado. Opcionalmente, se puede añadir un toque de Nesquik seco a la base para potenciar aún más su esencia.

Relleno rosa y cremoso

El relleno es el alma del cheesecake: una mezcla de queso crema, nata y una generosa dosis de Nesquik de fresa disuelto en leche. Este preparado le da ese color rosa característico y un sabor suave, dulce y afrutado, con una textura sedosa que se funde en la boca. No es empalagoso, sino perfectamente equilibrado para que el fresa sea protagonista sin saturar.

Decoración con encanto retro

Para rematar, decoramos el cheesecake con una cobertura de nata montada, polvo de Nesquik espolvoreado y virutas de fresa liofilizada. Algunas versiones llevan mini botellas vintage de Nesquik o incluso piruletas de fresa para acentuar ese aire infantil y divertido. Es un postre tan instagrameable como delicioso.

Conclusión

El cheesecake de Nesquik de fresa de La Fundente es mucho más que un postre: es una cápsula del tiempo en forma de dulce, que revive emociones y sabores de tu niñez. Con su color llamativo y su sabor entrañable, es perfecto para sorprender, compartir o simplemente para regalarte un momento rosa lleno de dulzura.

La Fundente Sagrada Familia

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